viernes, 10 de febrero de 2012

Próxima actividad


Gil de la Pisa presentará en Castellón su libro "Esto Vir!" (¡Sé hombre!) editado por Ojeda.

Gil de la Pisa (1926) es un palentino con una extensa biografía, pero ajeno al mundo editorial hasta los últimos cinco años.

Doctor en Filosofía y Letras por la Universidad Santo Tomás de Villanueva de La Habana (Cuba), con el número 1 de su promoción. Conocida como la "Universidad Católica", Fidel Castro la clausuró muy pronto.

Colaboró en Barcelona desde el primer momento con el P. Piulachs SJ., como conferenciante en las famosas "Semanas Antimaterialistas" de los años 60.
Desde el momento de su fundación en 1966, apoyó a Blas Piñar y organizó Fuerza Nueva en Cataluña siendo el primer delegado regional. Ante el éxito de su proyecto, Blas Piñar lo llamó a Madrid en 1970 como gerente de la revista y secretario nacional de Fuerza Nueva.

Sus charlas y escritos se cuentan por centenares. Son muchas las publicaciones católicas o defensoras de los principios de la Hispanidad que han publicado sus artículos.

Está ultimando varios libros mientras imparte conferencias allí donde le invitan. Ha publicado "Arde en las manos" que va por la segunda edición y "Esto vir!" que ya va por la tercera. "Esto vir!" recibió el Premio Nacional Ramiro de Maeztu.

1 comentario:

J.A. Gillan dijo...

¿Qué relación interna puede existir entre el noble y valiente castellano leal que obligó al rey de Castilla a pasar por la humillación del Juramento de Santa Gadea y la simulación de un aterrizaje perfecto de una modernísima nave?

Puede que, aunque parezca extraño, difícilmente podríamos hallar una imagen más plástica, para transmitir al posible lector, resumida, la idea central que Gil de la Pisa aborda en este libro.

En un mundo en el que todo cuanto nos rodea impele a las nuevas generaciones a renegar de su condición de hombre para convertirse en animal a secas —en moderna bestia—, el autor se ha propuesto mostrar al lector (con toda crudeza en el razonar) los cimientos sobre los que se fraguó la grandeza de Occidente, hoy en vías de extinción: el conocimiento de uno mismo (el “¡sé hombre!” que movió al Cid, o a los conquistadores españoles a civilizar continentes) y el de la ciencia de la vida, es decir, la razón de su existencia.

Con irrefutable lógica, le invita a que aplique, en otro campo, la actitud inteligente del hombre moderno a la hora de evitar los fracasos, ésa que le ha hecho descubrir un método infalible de éxito (¡el entrenamiento y el aprovechamiento de los descubrimientos últimos!): los simuladores de vuelo.

El autor intenta con este libro transmitir a las nuevas generaciones un mensaje básico y fundamental: que sean consecuentes, lógicos, y utilicen semejante método para no marrar la mejor prueba de su condición de hombres, enfrentándose a sí mismos y acertando en la consecución de su razón de existir: su trascendencia.