miércoles, 9 de octubre de 2013

1238: Jaime I el Conquistador entra en la ciudad de Valencia


El 9 de octubre de 1238 el monarca aragonés Jaime I, apodado el Conquistador, entraba triunfal en la ciudad de Valencia. Se trataba de su segunda gran conquista, tras la toma de Mallorca y las Baleares. Rey desde los cinco años, Jaime I fue educado en Monzón por el gran maestre de la Orden del Temple y a los catorce años ya podía contar su primera hazaña militar, la conquista de Castejón. Durante su adolescencia, un consejo de regencia presidido por su tío abuelo Sancho Raimúndez se ocupó de los asuntos de Estado, lo cual no evitó que el joven Rey se viera expuesto a la codicia de los nobles y tuviera que soportar el encierro en alguna de las rebeliones que protagonizaron.

Casó muy joven con la hija de Alfonso VIII, la princesa Leonor, aunque sus intenciones estuvieron lejos de ser un marido amante y fiel. A los veintidós años pidió la nulidad y cuatro años más tarde casaría con doña Violante, hija del monarca de Hungría, que le daría nueve vástagos. Hombre de profundas creencias religiosas fue, además de creyente, un gran pecador que acumuló una larga lista de bastardos reales. Tuvo fuerte carácter, valentía y orgullo en el combate, encabezando siempre sus conquistas.

Tras la rendición de las Baleares, Jaime I fija su objetivo en las tierras de Levante, con el enclave principal de Valencia, en manos musulmanas desde los tiempos del Cid. Desde la fortaleza reconstruida en el Puig de Santa María las huestes aragonesas devastaban los campos valencianos poniendo cerco a la ciudad del Turia. Sin posibilidad de resistir, el rey Zaiyan firma la capitulación de la ciudad que abre sus puertas para que 50.000 musulmanes emprendan el exilio. El 9 de octubre Jaime I entra triunfal en Valencia y besa la tierra. En el cinto ciñe la Tizona, la que fuera espada del propio Cid. Sometido a las inferencias de la nobleza, todas sus conquistas han sido fruto de su obstinación y coraje. En julio de 1276 fallecía el Conquistador en la ciudad de Valencia, que él convirtió, como a Mallorca, en reino independiente. Su reinado abrió para siempre el Mediterráneo, pero su legado dificultaría la unidad de los reinos al separar Aragón y Cataluña.

Pedro García Luaces

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