domingo, 8 de septiembre de 2013

El dilema del gas sarín en Siria

¿Por qué el Ejército del régimen de Bashar al Asad se arriesgaría a ponerse en jaque en el escaparate internacional con un ataque químico teniendo controlados los ataques rebeldes?


Estados Unidos, debate por medio de sus representantes del Senado y de la Cámara de Representantes para decidir si intervienen o no con un ataque militar contra el régimen de Bashar al Asad en Siria, por supuesto uso de armas químicas contra la población civil que se cobró el pasado 21 de agosto en Damasco la muerte de 1.400 personas, 426 de ellas niños, según Washington; 355 personas según Médicos Sin Fronteras.

Líderes de la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado de Estados Unidos dijeron el martes que alcanzaron un acuerdo sobre un borrador para autorizar el uso de fuerza militar en Siria que fue mucho más limitado que lo solicitado por el presidente Barack Obama, abriendo el camino para una votación el miércoles.

Entre otras disposiciones, el borrador, al que tuvo acceso Reuters, fija un límite de 60 días para una acción militar en Siria, con la posibilidad de una única extensión de 30 días sometida a ciertas condiciones. Obama ha pedido al Congreso que apoye su solicitud de ataque limitados de Estados Unidos contra Siria para castigar al presidente Bashar el Asad por el supuesto uso de armas químicas contra civiles durante una guerra civil en la que han muerto más de 100.000 personas, informa Reuters.

El detonante: el gas sarín

Sin embargo, todavía no ha quedado claro quién es el responsable del ataque a la población civil con gas sarín. Estados Unidos acusa al Gobierno sirio de ser el autor del ataque, y el Gobierno sirio a las fuerzas rebeldes. Uno de los argumentos que benefician al régimen de Bashar al Asad es preguntarse por qué un Ejército que tiene encarrilada la guerra y tiene cierto control de los ataques rebeldes se arriesgaría a ponerse en jaque en el escaparate internacional con un ataque de este tipo.

La televisión nacional siria citó una fuente no identificada que afirmaba: "Los héroes de las Fuerzas Armadas han entrado en los túneles de los terroristas en Yobar y han visto elementos químicos. Muchos soldados han sufrido asfixia"

La acusación del régimen llegaba poco después de la llegada este sábado a Damasco de la representante de la ONU para Asuntos de Desarme, Angela Kane, para intentar persuadir a las autoridades sirias de que permitan el acceso inmediato a la zona del supuesto ataque con armas químicas en la periferia de la capital.

Hasta el momento, las autoridades sirias, que negaron inmediatamente ser responsables de esa acusación, no han ofrecido una respuesta a las demandas de la comunidad internacional a que se permita el acceso de los investigadores de la ONU al lugar.

Damasco advierte a Estados Unidos

El Gobierno sirio ha advertido a Estados Unidos de que atacar su país "no será un picnic para nadie bajo ninguna circunstancia, porque una agresión tendría graves repercusiones y sería una bola de fuego que haría arder todo Oriente Medio".

En extractos de una entrevista difundidos por la televisión estatal siria, el ministro de Información, Omran al Zubi, consideró que las presiones de EEUU son una "pérdida de tiempo", y señaló que el Gobierno sirio "continuará su combate contra el terrorismo hasta el final".

Rusia dice que las pruebas de EE.UU. no son concluyentes

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ya ha afirmado que no descarta apoyar una intervención en Siria si hay pruebas objetivas del ataque químico. Sin embargo su ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, afirmó que las pruebas que Estados Unidos ha aportado a Moscú sobre el uso de armas químicas por parte del régimen del presidente sirio no son concluyentes.

El viernes, Estados Unidos publicó un informe que, según el presidente estadounidense, Barack Obama, es una "prueba poderosa" de que el Ejecutivo sirio se encuentra detrás del ataque.

"No estamos para nada convencidos por las pruebas que nuestros socios americanos, británicos y franceses nos han mostrado", ha declaró Lavrov. "No hay hechos, únicamente conversaciones sobre lo que ya sabemos. Cuando pedimos pruebas más detalladas responden 'ya sabes, todo es un secreto, así que no podemos mostrarlas'. Eso significa que tales hechos no existen", ha añadido.

Lavrov ha afirmado que en la información proporcionada por Estados Unidos faltan detalles concretos, tales como nombres o coordinadas geográficas que puedan sustentar el caso. Asimismo, ha revelado que cuando Rusia solicitó detalles adicionales, éstos le fueron denegados.

Una “mala manipulación del gas por parte de los rebeldes”

El supuesto ataque pudo deberse a un accidente en la manipulación de armas químicas por parte de los rebeldes sirios. Así lo da a entender un artículo en Mint Press News de la colaboradora de la agencia AP en Jordania Dale Gavlak y el periodista jordano Yahya Ababneh después de hablar con testigos, médicos, combatientes rebeldes y sus familiares. Así lo explica en su edición del 1 de septiembre el diario La Vanguardia.

Uno de los testigos, Abu Abdel Moneim, relató que su hijo, miliciano, “me preguntó hace dos semanas qué pensaba yo que eran unas armas que les habían pedido que transportara” junto con una docena de compañeros. Este hombre dijo que eran de dos tipos distintos. Unas eran “estructuras tubulares” y otras eran “como enromes botellas de gas”.

Teníamos mucha curiosidad por estas armas, pero desgraciadamente algunos las manejaron mal y provocaron la explosión”, dijo un comandante rebelde al que sólo se identifica como J. Una miliciana llamada K afirmó que “no nos dijeron qué eran estas armas ni cómo usarlas; no sabíamos que eran armas químicas”. Los testigos señalan a la milicia radical Frente Al Nusra como proveedora.

Por lo tanto, el uso de armas químicas por parte del régimen sirio no está probado, e incluso podría deberse a un mal uso que los propios rebeldes hicieron de las armas. Un dilema que cabrá ver si acaba en una contienda internacional.




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